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Humanizar una marca como estrategia de marketing implica dotarla de valores y aspectos que generen empatía y despierten emociones positivas en las personas, tanto en sus públicos objetivos, potenciales y no consumidores.
Es así como en la actualidad las marcas se han empeñado en mostrar su valor diferencial, en identificarse y ser reconocidas, reforzando su ideología comercial y corporativa como si fuese la personalidad de cualquier ser humano.
Sin embargo, más allá de ser una estrategia para captar clientes en medio de las nuevas dinámicas de consumo, es una forma holística de crear conciencia y dar cualidades a la empresa o en su defecto a la organización que se halla detrás de la marca, un ente vivo, que finalmente, está compuesto por personas y para las personas.
Si bien el capitalismo ha saturado la economía con banalidades mercantilistas, que hacen ver al hombre como un ser mezquino esclavo del dinero, hoy las empresas a través de sus marcas y productos buscan construir valores que generen respeto y proyecten una imagen menos superficial y más responsable con la humanidad, e indiscutiblemente con el medio ambiente.
En este sentido, las marcas o empresas que le apuestan a la humanización están integrando sus dinámicas internas, sus prácticas laborales, organización empresarial, ambiente laboral e individualidad de sus empleados, con desarrollo y la promoción de su producto.
De alguna manera, las estrategias de marketing para las marcas pensadas desde lo humano, pretenden desmitificar el papel devorador y absolutista de estas, acortar las distancias y hacerlas más cercanas a las personas, no solo a su consumidor.
Quizá esta sea una de las ventajas que a largo plazo puede obtener la marca, entronizarse en la sociedad como un complemento del hombre, como parte de su vida, de su cultura, de su identidad y por ende de sus creencias.
Creer o percibir los valores de una marca, empresa u organización, nos hace pensar en ella como si fuera un ser vivo y no en un estilo de vida.
Las nuevas dinámicas de consumo han demostrado que no es suficiente ser el mejor para ser reconocido y mucho menos liderar la guerra de los mercados y las marcas, definitivamente hay que ser diferente y ¿qué mejor diferencial que existir más allá de los aspectos económicos?
Las marcas pasaron de ser signos de referencia a ser un símbolo de condensación, en ese caso ¿cuál es la personalidad de tu marca?
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