Eso es lo que está de moda: Marcas conectadas emocionalmente con los clientes, marcas que generan amor, marcas que “innovan al consumidor”(?!).
Pero cuando tu lees el sustento teórico de todas estas concepciones vas encontrando el lugar común de una tendencia: la de creer que ese consumidor del que tanto hablan y tanto estudian es un ser indefenso y manipulable.
Todo tratan de sistematizarlo. Para la muestra un botón: La manera como la revista Marketing News presenta a uno de los conferencistas del Expomarketing 2011, el señor Jürgen Klaric: “Para conectarse con el cliente se necesita “codificar” la marca o el producto en cuestión. Esto se logra analizando las percepciones que construyen las personas y las asociaciones funcionales, emocionales e instintivas relacionadas con el objeto de estudio. El cófigo simbólico se compone de código biológico y del código cultural, lo que le permite a la marca conectarse con el inconsciente colectivo y mover las masas”…
Hágame el favor. La lógica es estudiar la sociedad para manipularla y no estudiarla para aprender de ella.
Molesta ese tufillo de prepotencia que asume al otro como un imbecil. No creo que sea a partir de allí desde donde se cionstruye ética en la comunicación publicitaria…
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