Por Alberto Morales.
JJ Rendón en una reciente entrevista con Maria Jimena Duzán además de sumir en la vergüenza a quienes ejercemos el oficio de la comunicación estratégica, logra encajar de manera nítida e incontrovertible en la definición del imbécil. ¿Qué va a pensar de esta profesión la gente medianamente razonable, después de leer todas sus sandeces?
Mire le hago un contexto: Hay en “El Péndulo de Foucault de Umberto Eco una apasionante conversación entre sus protagonistas acerca de la imbecilidad. Jacopo Belbo expresa que “es un comportamiento social. El imbécil es el que habla siempre fuera del vaso…el imbécil está muy solicitado, sobre todo en las reuniones mundanas. Incomoda a todos, pero les proporciona temas de conversación. En su versión positiva llega a ser diplomático…”
La Academia de la lengua que es mucho más generosa, define la imbecilidad como alelamiento, carencia de sensatez, escasez de razón.
JJ Rendón expresa en la entrevista aludida haber ejercido como “Consultor Político” en los últimos 25 años, y su definición del oficio es bastante contundente“estoy en el negocio de que el tipo gane”. Como para él el fin (que su cliente gane) justifica los medios, entonces entra en la entrevista el tema de la propaganda negra, y él explica que si tengo papeles e información, sustentados y objetivos, me le voy al cuello y lo hago trizas. De eso no te quepa la menor duda”.
Maria Jimena le hace saber que si fue eso lo que hizo con el Partido Verde y su campaña de desprestigio a Antanas Mockus y el plantea que no sólo lo que hizo fue incorporar a la campaña del Partido de La U, pues en Colombia no se sabía de eso toda vez que las campañas estaban secuestradas por los encuestadores, sino que “te aseguro que todo lo que hice fue legal. Ahora, si no les gusta lo que yo hago, ¡pues cambien la ley!”. Blanco es, gallina lo pone. Para el taimado de JJ, estrategia es lo mismo que propaganda negra, que desprestigiar al competidor.
Mesiánico el muchacho, no se inmuta cuando Maria Isabel le replica que no todo lo legal es ético. Y le responde sin ruborizarse: “Un momentito, eso de la ética es para los filósofos. Soy pragmático de nueve a cinco y hago poesía y filosofía y letras de las cinco para adelante. La película mía es la de ganar elecciones”.
Todo está permitido si se cumple el objetivo de ganar.
Pero como para la imbecilidad no hay remedio, minutos después Maria Jimena Duzán le pregunta a propósito del contrato que tiene hoy con el candidato Luis Pérez:A ver si entiendo: ¿usted primero desprestigia a los políticos y cuando pierden, ellos lo contratan de asesor?
y él… orondo y lirondo le responde “Pero si eso es un tema ético. Yo le afecté la carrera política a Luis Pérez. Si después de esto me pide que lo asesore, ¿cómo no le voy a ayudar?”.
Treinta segundos después, en plan de gurú, suelta otra prenda que borra con el codo lo que ha escrito con la mano “no siempre en política se puede ganar”
JJ expresa esta sarta de incongruencias y nadie dice nada. Los políticos que asesora y ha asesorado se quedan callados…no les importa…
Se cumple de manera fatal el enunciado de Finakelkraut respecto de lo que significa la ética en la sociedad postmoderna, esa sociedad en la que, según el filósofo francés, el pensamiento ha sido derrotado: : “La ética, al igual que los placeres, empieza también a vivirse a la carta. El pensamiento deja entonces de ser un valor supremo y se vuelve tan facultativo como la lotería primitiva. Todo en el universo se convierte en opciones legítimas y desaparecen las obligaciones”.
Victoria Camps expresa que una sociedad desmoralizada es una sociedad carente de moral, y así estamos. Ahora los campeones son aquellos que, como el muy aplaudido JJ, hablan fuera del vaso…qué vergüenza.
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