Escribe: Dannisol A.B.
El gran problema de las generaciones futuras, se encuentra en las secuelas del consumo excesivo y desmedido en el que se ha sumergido la humanidad. Hemos iniciado un proceso devastador en el que ya no hay espacio en la tierra para habitar, ni terrenos aptos para cultivar; el aire está contaminado, el oxigeno se agota y los alimentos se encuentran infectados, escasean y son de baja calidad.(1)
El orden natural de la vida pasa su factura, evidenciando más el problema, a través de múltiples fenómenos como las migraciones, la desforestación, la desertización, el efecto invernadero, las crisis sociales y las enfermedades sin cura. Todo ello, producto de un desarrollo socioeconomico y político centralizado en un consumo desequilibrado de los recursos. Por tanto se ha hecho urgente trabajar en la implementación de buenas prácticas de consumo responsable.
Entiéndase por consumo responsable a todo aquello que usamos con un sentido ético, ecológico, social y solidario, es decir, el consumo realmente no debe estar sujeto a las tendencias de moda y no es sinónimo de felicidad en ningún aspecto o sentido.(2)
El consumo responsable desde la educación ambiental y como ejercicio cultural, invita a ser conscientes de la necesidad de aprender y poner en práctica 3 conceptos: reducir, reutilizar y reciclar, los cuales llevan por ejemplo, al ahorro en gastos, a dejar de desechar y malbaratar los bienes, y a hacer cambios dándole nuevos usos a las cosas.
A pesar de que dichos términos se tratan constantemente en el cuidado del medio ambiente y son pertinentes para la educación de un consumidor, son realmente pocas las personas o comunidades que lo implementan o lo tiene en cuenta.
En ese sentido, llama la atención el ultimo estudio realizado por Prexus. Sus resultados muestran la falta de conciencia que poseen los consumidores frente al consumo .
Si bien, la encuesta realizada por Prexus estaba orientada a responder a la importancia del precio para el consumo, claramente los resultados nos presentan una visión del consumidor moderno frente al futuro del mismo, un comprador que a pesar de las circunstancias económicas “piensa poco en su bolsillo”, es decir, sigue siendo un consumidor poco responsable, que tiene una percepción de la comodidad distante a su real bienestar.
La falta de cultura de consumo se halla entronizada en la poca conciencia que la gente tiene sobre sus creencias, pues se aferran a una marca por recomendación, por uso continuo y constante, y no por una selección inteligente y/o comparativa de sus beneficios o su costo monetario.
Por ello, el consumidor-sujeto de creencias y percepciones aún no visiona la magnitud de los daños a largo y corto plazo de sus hábitos de consumo, además continua desconociendo sus derechos y deberes.
Quizá por eso muchos permiten que la publicidad altere sus dinámicas de vida y comportamiento, asumiendo con una absoluta ligereza y negligencia los excesos .
Por consiguiente ¿Cuál debería ser el papel de la publicidad, la creatividad y la comunicación en el desarrollo de prácticas y/o hábitos de consumo responsable?
¿La publicidad y la creatividad pueden minimizar el impacto del consumo desmedido y generar conciencia alrededor de este?
No se quede callado,opine
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1. El oxigeno es mas importante que el agua para vivir
2. Consumo Responsable
- Enlace de interés: Estudio revela en 80 anos la tierra puede quedarse sin oxigeno