Por: Dannisol A.B.
La libertad de prensa se ha vuelto un eufemismo en Colombia gracias a que el ejercicio del periodismo se ha visto minado por los conglomerados económicos.
Las investigaciones periodísticas en los medios de comunicación, son opacadas y obstruidas por las pautas publicitarias de las multinacionales, logrando que hasta la credibilidad quede en entredicho pues los publirreportajes y los patrocinios protagonizan lo que a diario leemos, vemos y escuchamos.
En definitiva, el poder económico tiene acorralado al periodismo.
Hoy, todo acto reflexivo que impulse el pensamiento, resulta una amenaza para los “inversionistas extranjeros” y si alguien cree lo contrario, es porque desconoce totalmente el caso de Pacific Rubiales, ampliamente discutido en los medios informativos independientes.
Si bien es cierto, que el ejercicio del periodismo no nació formalmente como una profesión, sino que creció como un oficio de cuenteros, cantores de hechos y sucesos en plazas y atrios, es clara la necesidad de realizarlo sin presiones y bajo principios de verdad y transparencia, honrando el deber social y formador de la comunicación y la información.
Sin embargo, como ocurre en Colombia y en varios países de Latinoamérica, de acuerdo a la última Asamblea realizada por la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), los medios de comunicación vienen siendo hostigados leve y constantemente por el control que ejercen las pautas publicitarias y las disposiciones de ley que buscan censurar la libre expresión y las investigaciones periodísticas, haciendo del periodismo en América Latina, una herramienta al servicio del mejor postor.
Al final, la libertad de prensa y la libre expresión son utopías aquí en Colombia y en el mundo, se practican y se viven como la democracia, acomodadas y amañadas a la necesidad del poder o de las “mayorías pudientes” del Estado,
Si en realidad existieran criterios democráticos y principios de transparencia, ¿los medios de comunicación se “autorregularían”?, ¿prescindirían de los periodistas por sus labores de investigación o por lo que escriben?
Y si no, que lo digan los periodistas que han sufrido el acoso de “Pacific es Colombia”.
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