Hice recientemente una reflexión crítica sobre el tema muy manido de la “seducción” en la publicidad y puse como ejemplo el tema del Código Simbólico a que hace referencia el señor Jürgen Klaric y su “método científico”, y el señor de marras se puso muy molesto.
Dice que mi afirmación es irresponsable, que hablo desde la ignorancia, que me invita a leer a Carl Jung, pero que como intuye que me daría pereza hacerlo, me ofrece generosamente unos audiolibros con claros instructivos sobre el método. También me remite una lista de los clientes que, habiendo aplicado su método científico, están hoy inundados de gloria y de dinero.
Yo le creo.
El señor Jürgen Klaric reafirma con su texto la expresión crítica planteada por mi en esa oportunidad. La repito: “molesta ese tufillo de prepotencia que asume al otro como un imbécil…no creo que sea a partir de allí desde donde se construye ética en la comunicación publicitaria…”
Y es que mi reflexión no gira en torno a la efectividad de un método, cualquiera sea, sino en torno a la ética.
Digo que me parece aberrante la lógica de algunos seductores que les gusta estudiar la sociedad, no para aprender de ella sino para manipularla.
Pero no, de eso el señor Jürgen Klaric no me dijo nada…
2 Comments