Por: Dannisol A.B
¿Por qué querer ser mamá a los 7 años y no a los 30?
¿Por qué ser un superhéroe que lucha por la justicia y la verdad, o salvar a inocentes a los 6 años y no a los veinte y tantos…?
La publicidad de juguetes, como todo anuncio, debe gozar de creatividad pero no puede fundamentarse en la fantasía o en moldes fuera de la realidad que perjudican la percepción del menor y en consecuencia, su desarrollo psicosocial.
Sin duda, esta tiende a ser un hito a la mentira porque los adolescentes de hoy no aprendieron a ser responsables, no saben lo que quieren, carecen de imaginación y creatividad, su tiempo de ocio lo invierten en fastidiarse la existencia.
Basta de producir comerciales irresponsables de juguetes vendiendo ideas de estilos de vida, modas, cuerpos esculturales, roles donde las niñas son “barbies” y los niños “kens” o padres.
Está comprobado que los niños son muy receptivos y que aprenden por imitación, pero hasta ahora, ninguna publicidad de juguetes muestra los alcances reales del juego o producto que promocionan. ¿Qué aportan para el desarrollo de la imaginación o la personalidad del menor? ¿En qué lo benefician?
Si analizamos más a fondo, encontraremos que los nin@s de la década pasada, que escasamente hoy están entre los 13 y 18 años, poseen pocas aspiraciones, pasaron su infancia jugando a las muñecas, los carritos y videojuegos, de un modo tal que se hacen padres siendo adolescentes, antes de terminar la secundaria, antes de tener una profesión definida y un trabajo. ¿Crecieron?. No. No son capaces de relacionarse ni tienen claro cuál es su rol o identidad sexual, se hacen “adultos” de golpe. Se “crían” con la idea de los muñecos y ya tienen uno de carne y hueso.
En este orden de ideas, la publicidad de juguetes no tiene sentido ético, genera falsas expectativas en los menores con un discurso mercantilista que fomenta el consumismo en los niños y en los “padres” que, sin darse cuenta, construyen de una manera viciada la retórica del juego que no aporta al crecimiento pero que si alimenta la vida fácil e irresponsable.
Si la publicidad de juguetes fuera más responsable con sus anuncios, ¿habría adolescentes con trastornos alimenticios, obsesionados con su cuerpo, encaprichados con autos de lujo o con el dinero?, ¿los chicos serían padres a los 14 años?, ¿las niñas amamantarían a los 12 años?, ¿los adolescentes evadirían la realidad drogándose?
¿Qué crees?