Escribe: Catalina Morales.
A un ritmo acelerado se logran aplicar las nuevas tecnologias con el objetivo de conseguir el mantenimiento de la tradición.
Considerando las nuevas reglas de juego que traen los desarrollos tecnológicos y el significado de los cambios en América Latina,es sorprendente encontrarse en la web la tradición envuelta en un paquete de modernismo.
Convoco entonces a mirar un poco como las costumbres no son ajenas a la modernización, y a ver cómo la dualidad en sus características permite crear un salpicón de relaciones entre lo que el personaje piensa, lo que el inividuo cree.
No son sólo los artistas, los escritores y filósofos los que piensan que la Web es el lugar mas interesante para jugar, vivir, pensar y crear, también es la gente del común la que ve a la Internet mas allá de una herramienta.
Son personas sencillas las que encuentran soluciones a lo cotidiano, expresan sus logros y dejan rastro de su vivir. Un rastro que en medio de letras y párrafos revela ese hilo que sostiene a la tradición, mientras se convierte en modernidad. Son esas otras palabras que subyacen en la conversación las que visten de vida, de costumbre, de voz a voz a las historia que, offline, serían conversación de cafetería, pero que online, revelan esa creencia que compone sus raices arquiculturales.
En las entradas de los blogs, en los comentarios de los foros, en las acotaciones de los lectores, en las noticias de los diarios y muchas otras practicas que se viven en el día a día del mundo online, se evidencia la capacidad de Internet. Así lo cotidiano se construye de manera paralela y borra las fronteras y hasta las temporalidades del mundo offline, sencillamente testimonian el papel crucial de lo online en la vida diaria y su relacion con el mundo global.
Pasearse por el territorio de la web donde las personas se desnudan y dan cuenta de sus tradiciones, divulgan y gritan a los cibernautas sobre su costumbres, enseñan y convierten la tradición oral en lo llamado viral, constituye un conjunto de duplicidades y contraposiciones que explican y contextualizan las creencias, y por ende las ayuda a no perder su carácter de patrimonio e identidad de la sociedad.
Este panorama de comunicación que se compone de lo audiovisual, no tiene precedentes en la historia de los medios de comunicación, pues estos, no alcanzan niveles de personalización tan grandes como el de la Web. Se salta de un caso particular con una crónica u otro genero que entrega como producto algo completamente especializado y hasta personalizado, a un millar de espacios que no cesan en ningún momento de ser creados y que logran destacar con solo existir.
Esta proliferación de sitios Web, blogs y demás, guían un panorama sustancialmente diverso que, además albergar identidades, culturas, modernizaciones, leyes, morales, tecnologías, religiones, tradiciones, etc. convive y se sostiene como un mundo de Modernistas que viven en lo tradicional pero bajo patrones tecnológicos contemporáneos.
Ahí, en la web encontramos también sistemas de creencias, maneras de pensar, culturas y demás, que determinaran las decisiones y las relaciones con el mundo.